Lady of rain

Todo el dolor que puedes palpar en los pensamientos, que se pierden inevitablemente en el viento. Toda la angustia que expresa el frágil corazón, desarma cada una de mis esperanzas más sencillas. Un jardín de piedras alrededor, grises en el cielo, y los colores perdidos en el abismo de las tinieblas del alma, marcada, atormentada.
El sol brilló alguna vez en el cielo, los colores se volvieron humanos con el calor, pero un triste otoño barrió toda gama de flores q parecían alegrar mis días.
Si busco del otro lado, si encuentro en la oscuridad misma mí propio ser.
La soledad quizás fortifique mis miedos más profundos. Ahí he de encontrar lo difícil, el dolor…esa daga que ahonda sin piedad en la piel. El mundo se defiende de si mismo y nos deja librados al azar de la muerte misma. El silencio se vuelve tortura, las voces no cesan, y la mente que se desarma lentamente, caen las hojas amarillas. Y estamos solos. Estoy solo. Puedo gritar, puedo llorar. Puedo ahogarme con el infinito deseo de morir. Y nadie se enteraría. Nadie comprendería.
Pueden sentirse identificados, pero estamos solos. Gozamos y sufrimos en soledad, y desesperadamente intentamos unir esas emociones en un solo ser. Y nunca lo lograríamos.
Las almas divagan solas por este jardín, se encuentran y se pierden.
Como yo perdí mi alma hace un tiempo.
Como ella sufrió cuando él se fue, como él se sintió caer cuando la indiferencia creció.
El arte de vivir con el dolor. Aprender del sufrimiento y de la tristeza así como de la felicidad y la alegría.

Todo forma parte del todo. Aprendemos a vivir y a morir.
La enseñanza y la explicación de la vida…esta en la vida misma…en vivir…
En sentir.

Y asi, puedo ver, dama de la lluvia, como dejas esos pétalos caer del cielo, la angustia se refleja inevitablemente en una tempestad que todo lo arrasa, colores, vidas, miradas, recuerdos.
Todo arrasado por la furia de la angustia, el vacío total. Aunque siempre, siempre el hombre y sus hojas tendrá la certeza de que su dama se vuelva flor….y se deje danzar entre sus hojas que se vuelven brazos…

Paz damita…

Gracias.