jueves, 8 de abril de 2010

Come back to your land.

VUELVE A TU TIERRA
Preámbulo.



Empezó la presión.

¿Éramos almas impuras acaso? Somos.
¿Teníamos acaso la obligación inerte de comprender lo que hablaban aquellos pequeños transeúntes?

Personas que lastiman el alma humana con solo existir,
Vivían del cuerpo de otras, luego partían para nunca volver.

Cual amebas colores pieles tendidas en una cama de sábanas azules
Decía yo que te amo.
Que lo único que me brindaba felicidad era tu presencia.
Vos contento respondías que igualmente.

Durante una vuelta alrededor del sol me amaste incondicionalmente y cortejaste como se debe.
Tuviste en cuenta que sin tu aura no vivía y me convertía en una persona desagradable, y te quedaste a mi lado por ese tiempo.
Pero para qué negarlo, si tu naturaleza no es la misma que la mía,
Tu esencia…tu fuente, no pudiste quedarte para cumplir tus promesas, las palabras vomitaste de tu boca sin poder contenerte, y lastimabas, lastimabas, lastimabas, lastimabas sin parar.

Y así fue. Tal como todos esos meses pensé.

- Buenas noches mi amor, mañana seguiré acá. -
Miro el reloj,
Bastante temprano, un horario adecuado para despertarse a desayunar antes de ir a trabajar podríamos decir.
Me vuelvo hacia tu lado de la cama,

NADA.




De pronto si, algo.
Una nota.


Decía: - Acá en tu corazón. –












Pasaron dos semanas ya.
No recibí llamadas. Mails, textos, comentarios de otras personas, anuncios de la policía…

NI UNA PUTA CARTA TE DIGNASTE A DEJARME, POR RESPETO A TODO EL TIEMPO QUE TE ACOMPAÑE Y TE HICE FELIZ SEGÚN VOS.


¿No te llenaba acaso? Nada te satisface a vos, eso es lo que pasa ¿sabes?-

Traté de pensar lo bueno, una y mil veces, que era todo un chiste respecto a lo que veníamos hablando hacía ya meses,
Que era una nota matutina como las que solías dejarme en la mesa antes de que me vaya al teatro.

Ni por asomo una noticia tuya. Sabía en el fondo que nunca ibas a volver, que nunca iba a volver a saber de vos…


Hoy es día tal, mes tal, sé que nunca vas a leer esto quizá pero te escribo para que sepas que yo todavía te amo como aquel día en esa cama amebada, que todavía me encantaría tenerte al lado, que SOS, fuiste y serás lo que más feliz me hizo, que espero que estés logrando lo que querías, conociendo la gente que te llene, los paraísos que te completen los ojos, como yo nunca pude hacer, envidio-los.


Mi gran sueño era completarte, llenarte, satisfacerte, básicamente, convertirme en esa montaña que tus ojos hoy admiran y lagrimean sin poder creer tal divina creación.


Por eso hoy te pido, amor mío, eterno fabricador de felicidades para mi espíritu, que sepas comprender como yo comprendí tu vuelo, que si estás leyendo esto en este momento, yo ya logré mi sueño. Ya completé tu alma y tu esencia supo admirarme, ya pedí con todas las pocas fuerzas que me quedaban que cumplan mi sueño.


Pedí explícitamente a aquella cercana amiga mía que al cremar mis cenizas, esparcidas sean por toda montaña, cerro, lago que puedan llegar a abarcar mis pequeñas cenizas.

Espero me hayas visto ya, o seguirás recorriendo, y en cada eso que mires, yo estaré ahí, tratando de parecerme quien sabe, a eso
Que


Tu vida llena.







Te amo, hoy, ayer, siempre, tuya.
Yo.






(¿Dónde estarás? Vuelve a tu tierra aquí está TU LUGAR!) Palabras talladas en mi la lápida, del amor incondicional de un transeúnte inevitable. Helker, ¿Dónde estarás?




~ Leventoux Jéssica.

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