martes, 20 de enero de 2009

No sé.

No sé sobre que quiero escribir exactamente.
A veces, somos como el agua, tangibles, naturales, saludables, tan...plenamente,normales!
Pero de vez en cuando solo somos algo inexistente. De pronto nos convertimos en algo que no podemos creer ni entender.
Como si fueramos capaces de que las luces no nos iluminaran o que el caloir nos enfriara.
Deliro, porque me estoy abstrayendo de lo que realmente soy, lo que realmente quisiera escribir. es algo asi como si tuviese miedo de mi misma. Como si de pronto se apresara de mi una solemne y turbia oscuridad. Mi inexorable sinceridad a estas alturas de la noche, en esta parte del "monte" -asi era como lo llamábamos normalmente al montículo de arena, tierra, ramas y troncos que reinaba en la parte trasera de la casa de verano en Gesell- Me asustaba. Realmente me atemeraba. REpentinamente comenzaron a sudarme las manos. cosa que no concordaba con el clima ya que no creo que la temperatura pase de los 14 grados centígrados. Es de noche, las estrellas desde acá se peden divisar un poco más que en la ciudad, donde casi literalmente, no existe el cielo.
Tengo sed, mi garganta se consume ante tal necesitdad de líquido en este momento, es como si tendría una alfombra o una toalla en aquella partecita de mi cuerpecito.

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